No. 33 (31 jul. 1870) |
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A.NO PRECIOS DE SUSCHICION. APROBANDO EL SAGRADO CONCILIO. PARA PERP1TUA MEMORIA DEL SUCESO. PERIÓDICO DE MANRESA, Un mes, 3 reales.—Un trimestre, 8 reales. 1 Anuncios, a precios convencionales. 3P3FLCIOXIIIILTICIIC P10, OBISPO, SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS. El Pastor Eterno y Obispo de nuestras almas, para perpetuar la saludable obra de su reden clon, quiso edificar la Santa Iglesia en la cual estuviesen todos los fieles unidos con el vínculo de una sola fé y caridad como en la casa del Dios vivo. Por lo cual antes que fuese clarificado oró al Padre, no solamente por los Apóstoles, sino tambien por cuantos hablan de creer en Él por la palabra de aquellos, á fin de que todos fuesen una sola cosa, así como lo son el mismo Hijo el Padre (1) Así, pues, envió á los Apóstoles, í los cuales habla elegido del mundo, al modo que Él mismo habla sido enviado por el Padre; de es ta manera quiso que hubiese pastores y doctores en su iglesia hasta la consumacion de los siglos. Mas para que el mismo Episcopado sea uno solo é indiviso, y toda la muchedumbre de los fieles sea mantenida en la unidad de la fé y de la co munion por los Sacerdotes unidos entre si, insti tuyó en el bienaventurado Pedro, sobreponiéndo le á los demás Apóstoles, el principio y funda . mento visible de una y otra unidad sobre cuya eterna fortaleza fuese construido el templo y 'se levantase en la firmeza de su fé el edificio subli me de la Iglesia que ha de llegar hasta el cielo (2). Y porque las puertas del infierno se levan tan con un ódio mayor cada dia contra este fun damento divinamente puesto, para destruir á la Iglesia, si fuere posible, por esto Nos juzgamos necesario, aprobando el Sagrado Concilio, para la custodia, salvacion y aumento de la grey cató lica, proponer á todos los fieles para ser creida respetada, segun la antigua v constante fé de la Iglesia universal, la doctrina 'de la institucion, perpetuidad y naturaleza del sagrado primado apostólico, y asimismo proscribir y condenar los errores que le son contrarios, tan perniciosos á la grey del Senala CAPÍTULO I.. De la inst itucion del primado apostólico en el biena - venturado Pedro. Ensenamos, pues, y declaramos que segun los testimonios del Evangelio, el primado de juris diccion sobre toda la Iglesia de Dios fijé prome tido y conferido por Cristo Nuestro Senor inme diata y directamente al bienaventurado Apóstol Pedro. Pues solo á Simon á quien habla dicho: «Tú serás llamado Cephas (3),» despues que hi zo su confesion: «Tú eres Cristo hijo de Dios vi vo,» el Senor le dijo: «Bienaventurado eres, Si mon, hijo de han, porque la carne y Id sangre no te han revelado esto, sino mi Padre que está en los cielos; y yo te digo que tu eres Pedro, v sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puer tas del infierno no prevalecerán contra ella; v ti te daré las llaves del reino de los cielos, y iodo lo que desatares sobre la tierra será desliado en el cielo (4).» Tambien á solo Simon Pedro confi rió Jesús despues de resucitado la jurisdiccion de Supremo Pastor y rector de todo su rebano, di (1) U. loan XVII, 1, !A, sg. (2) S. Ley. M. serm. IV (al IIL cap. 2.° in diem Na talis suí. (3) loan 1. 42 (I) Matth XVI. 16-19. DIOS. PATI1111. REY. sosocaía amossocanwasaao mas".~. Icava% ~salmo% PPTRO DOCTOR! INPALIMILI. PIO IX PONTIFICI UNUM OVILE ET UNUS PASTOR, ciéndole: «Apacienta mis corderos; apacienta mis ovejas (1).» A esta doctrina de las Sagradas Es crituras tan ciara, segun ha sido siempre enten dida por la Iglesia católica,. se oponen abierta mente las depravadas opiniones de aquellos que, pervirtiendo la forma de gobierno establecida por Cristo Nuestro Senor en •su Iglesia, niegan que solo Pedro haya sido investido por Cristo del ver dadero v propio primado de junsdiccion sobre los demás Apóstoles, va separados, ya reunidos to dos; 6 los que afirman que este primado no fué copra' ida inmtl.Ai.lt, ri;nnn4nInNnr.4•. ni nrsierms 1-1:0 naventurado Pedro. sino á la Iglesia, y por esta á aquel, como á ministro de la misma Iglesia. Si, pues, alguno dijere que el bienaventurado Apostol Pedro no fué constituido por Cristo Nues tro Senor, príncipe de todos los Apóstoles y cabe za visible de toda la Iglesia militante; ó que el mismo recibió de Nuestro Senor Jesucristo direc ta é inmediatamente solo el primado de honor, pero no el de verdadera y propia jurisdiccion; sea anatema. DOMINGO 3I DE ji L1 1.11,: 1 870 CAPÍTULO II. De la perpetuidad del primado de Pedro en los Ro manos Pontífices Mas lo que el príncipe de los pastores y pastor máximo de las ovejas Nuestro Senor Jesucristo instituyó CO el bienaventurado Apóstol Pedro pa ra perpetua salud y bien constante de la Iglesia, es necesario que, con providencia suya, dure siempre en la Iglesia, la cual, fundada sobre la piedra, permanecerá firme hasta la consumacion de los siglos. Así para nadie es dudoso, antes bien ha sido conocido en todos los siglos, que el santo v beatísimo Pedro, príncipe y cabeza de los Apóstoles, columna de la fé y fundamento de la Iglesia católica, el cual recibió de Nuestro Senor Jesucristo, salvador y redentor del linaje humano las llaves del reino, vive y preside, y juzga (2) hasta hoy, y siempre en sus sucesores los Obis pos de la santa Sede Romana fundada por El y consagrada con su sangre. De donde se sigue que quien sucede á Pedro en esta Cátedra, obtiene el primado de Pedro sobre toda la Iglesia en virtud de la institucion del mismo Cristo. Permanece, pues, la disposicion de la verdad, y el bienaven turado Pedro perseverando en la fortaleza recibi da de la Piedra, no abandona el gobernalle que se le confió de la Iglesia (3). Por esta causa fué siempre necesario que toda la Iglesia, esto es, los fieles esparcidos por todas partes estuviesen en comunion con la Iglesia Romana por el más escelente principado de que goza, á fin de que, á la manera que los miembros se unen en la cabe za, así ellos formasen un solo cuerpo en esta Se de de la cual dimanan a todas las demás los de rechos de la venerable comunion (a). Si pues alguno dijere que no es de institucion del mismo Cristo Nuestro Senor ó de derecho di vino. que el bienaventurado Pedro tenga perpe tuamente sucesores en el primado sobre la Igle sia universal; 6 que el Romano Pontífice no es sucesar del bienaventurado Pedro en el mismo primado; sea anatema. (I) Joan III. 15.-17. (2) Cf. Ephesini Concilii Art. III, el. San Petri Chrssol, ap. od.Eutych presbat. (3) S. Leo M. Serm. III (al II) cap 3. (4) S. tren. Ado. bar. c. 3 el Epist. Cene. Aquili. á 381 ad pifian. Imper. r 1. d. Pins VI. VI. Breve, super solidd ate. _ CAPITULO III. De la fuerza y naturaleza del primado del Roma no Pontífice. Por esto apoyados en claras testimonios de las Sagradas Letras v adhiriéndonos á los decretos perspicuos é indudables, va de nuestros predece sores los Pontífices Romanos, ya de los Concilios generales, renovamos la definicion del Concilio ecuménico florentino, por la cual todos los fieles de Cristo están obligados á creer que la Santa Se- - ._ . primado sobre todo el orbe, v que el mismo ro mano Pontífice es sucesor del bienaventurado san Pedro, príncipe de los apóstoles, y el verdadero Vicario de Cristo y cabeza de toda la Iglesia y el padre v doctor de todos los cristianos; y que á él mismo tefué entregada por Nuestro Senor Jesu cristo en la persona del bienaventurado Pedro la plena potestad de apacentar, regir y gobernar á la Iglesia universal. Ensenamos, pues, y declaramos que la Iglesia romana obtiene por disposicion divina el princi pado de potestad ordinaria sobre todas las demás Y que esta potestad de jurisdiccion del romano Pontífice, la que es verdaderamente episcopal, es inmediata: á la cual los pastores y los fieles de cualquier rito y dignidad, tanto separados como reunidos todos, estan obligados por deber de su-bordinacion gerarquica yde verdadera obedien cia, no solo en las cosas que pertenecen á la fé y las costumbres, sino tambien en las que tocan á la disciplina y régimen de la Iglesia extendida por lodo el mundo; de manera que conservando con el romano Pontífice la unidad así de comu nion como de la misma profesion de fé, la Iglesia de Cristo sea un solo rebano; bajo un solo supre mo Pastor. Esta es la doctrina de la verdad cató lica, de la cual nadie puede separarse sin perder la fé y la salud. Empero esta potestad del Sumo Pontífice está tan lejos de oponerse á aquella potestad ordinaria é inmediata de la junsdicion episcopal, por la que los Obispos, que puesto, por el Espíritu San to sucedieron en lugar de I9S Apóstoles (1), apa cientan y gobiernan como verdaderos pastores á los rebanos que les han sido asignados, cada uno el suyo, que antes bien esta potestad episcopal es afirmada, robustecida y ;indicada por el Pastor supremo y universal, diciendo San Gregorio Magno: «Mi honor es el honor de la Iglesia uni versal. Mi honor es la sólida fortaleza de mis her manos. Yo SOY erdaderamente honrado cuando se da á cada uno el honor que le es debido De esta suprema potestad del romano Pontífice de gobernar la Iglesia universal, se deriva para él el derecho de comunicar libremente en el ejer cicio de este su cargo con los pastores y con los rebanos de toda la Iglesia, de manera que estos puedan ser ensenados v regidos por él en el ca mino de salvacian. Por fo cual, condenamos v re probamos la opinion de aquellos que dicen que esta comunicacion de la suprema cabeza con los pastores v rebanos puede ser lícitamente impedi-da, la sujetan á la potestad secular, pretendien do que las constituciones de la sede apostólica ó de su autoridad para el régimen de la Iglesia ca recen de fuerza v valor, si no son confirmadas por el beneplácito de la poste.stad secular. Y porque el Romano Pontífice preside á toda la Iglesiaper el derecho divino del primado apastó lico, ensenamos además y declaramos que él es • . (I) Com. Trid. Ses. B. cap. (2) S. ‘reger. M. ad Eulog Alexandrid. cap. XXX. • O En la Redaccion Administracion, calle Nueva, núm. 12, piso AILJIMIL.XSI'X' ".15. NÚM. 33. l'UNTO DE SUSCRICION. el Juez supremo de los fieles (1), y que puede re currirse á su juicio en todas las causas que per tenecen á examen eclesiástico; (2) que el juicio de la Sede apostólica sobre cuya autoridad no hay mayor, por nadie puede ser reformado, ni es lícito á nadie juzgar sobre sus juicios (3). Por lo cual se apartan de Id recta senda de la verdad los que afirman ser lícito apelar de los juicios de los romanos Pontífices al Concilio Ecuménico, como á una autoridad superior al Romano Pon tífice. tiene solamente él cargo de inspeccion y direc cion, pero la plena y suprema potestad de juris dicion sobre toda la Iglesia no salo en las cosas que pertenecen á la fé y á las costumbres, sino tambien en las que tocan á la disciplina y régi • men de la Iglesia extendida por todo el orbe; ó que tiene solamente una mayor parte, pero no toda la plenitud de esta suprema potestad; ó que esta potestad suya no es ordinaria é inmediata sobre todas y cada una de las Iglesias y sobre to dos v cada uno de los pastores y fieles: sea ana tema. CALCULO IV. Del Magisterio infalible del romano Pontífice. Que en el primado apostólico que el Pontifice Romano como sucesor de Pedro, príncipe de los Apóstoles, obtiene sobre toda la Iglesia, se com prende tamhien la.suprema potestad de magiste rio, es cosa que esta Santa Sede profesó siempre, la comprueba el uso perpetuo de la Iglesia, y la declararon los mismos Concilios Ecuménicos:se naladamente aquellos en los cuales el Oriente convenia con el Occidente en la union de fe y de caridad; pues los Padres del Concilio consta'nti nopolitano IV, siguiendo el ejemplo de los ante riores, promulgaron esta solemne profesion: ( La primera salud consiste en guardar la regla de la verdadera fé, y por que no puede faltar la sen tencia de nuestro Senor Jesucristo que dice: Tu eres Pedro v sobre esta piedra edificaré mi Igle sia (I), esto que fué predicho, ha sido comproba do por los hechos; pues en la Sede Apostólica ha sido conservada siempre inmaculada la religion católica v celebrada la doctrina santa. Lejos, pues, de desear separarnos de esta fé y doctrina, esperamos ser merecedores de estar en la única comimion que predica la Sede Apostólica, en la cual permanece integra y verdadera la solidez de la religion cristiana (5).» Con aprohacion del se gundo Concilio Lugdunense, los griegos profesa ron: «Que la Santa Iglesia Romana obtiene ef supremo pleno primado y principado sobre to da la Iglesia Católica, el cual reconocen sincera ' humildemente que recibió con la plenitud de potestad, del mismo Senor, en la persona det bienaventurado Pedro, príncipe ó cabeza de los Apóstoles, de quien el Romano Pontífice es suce sor; v que así como esta Iglesia romana debe de fender más que las otras la verdad de la fé, asi mismo, si se promoviesen algunas cuestiones so bre la fé, deben definirse por su juicio: «Que el Pontífice Romano es verdadero Vicario de Cristo, cabeza de toda la Iglesia y Padre y doctor de to (1) Pii P. P. VI. Preve «Super solilidate.» d. n Nev. 1786(2.) C,oucil. Ecum. Lugduit. II. (3) Ep. Nie Olai S. ad Mictuelem lexperstorern, (4) Maith. XVI. 18. (5) Ex formula. S. llormesida Papz pretil ad Adriana II, Patribus Concilii Occumenici VIII. Constantinoolitani IV pro !Asila el ab iisdem subscripta est. .10.1•1,01.1191 dos los cristianos; y que á él le fué dada por Nuestro Senor Jesucristo en la persona del bien aventurado Pedro plena potestad de regir y go bernar á la Iglesia universal (1). Para cumplir este encargo pastoral. nuestros predecesores han trabajado siempre con fe inque brantable á fin de que la doctrina saludable de Cristo se piopagase a todos los ro, v vigilaron ron gua l cuidado de la tier-dado para que en donde hubiese sido recibida, se conser ase pura sin alteracion. Por este motivo los Obispos de iodo el orbe, ora rada uno de por sí, ora congre gados en Sinodos, sieuiendo la constante costum bre de las Iglesias (j2) y la toma de la regla an tigua (3), expusieron e esta Sede Apostólica los peligros que se presentaban. principalmente en los (asuntos de fe, para que los danos causados á la fe fuesen remediados soberanamente elli en donde la té no puede sufrir detrimento (4). Y los Romanos Pontífices definieron que se balean de guaidar las cosas que con la ayuda de Dios ha bían conocido ser eonfornes a las Sagradas Es crituras V a las tradiciones apostólicas, ayudán dose de íos auxilios que la Divina Providencia les deparaba, ora consocando Concibas Ecuménicos o pidiendo la sentencia de la Iglesia dispersa por el orbe, ora por medio de Sínodos partieulares ú -otros. segun aconsejaba la oondicion de las cosas y de los tiempos. Pues el Espíritu Santo no fue prometido á los sucesores de Pedro para que ~- diente su revelacion publicasen alguna nuda -doctrina, sino letra que mediante su asistencia gnardasen sasitamente v explicasen -con .lidelidad la revelacion tras:Menta por los Apóstoles, ó sea •el depósito de la fe. Pf quienes eerdaderameate iodos los venerables Padres ha-n abrazado y los .Santos Doctores ortodoxos iiai eeneeado e seg ui-do la doctrina Apostólica; sabiendo peefectisinia•- mente (lile esta Sede de San Pedro permanece siemirre libre de todo error, segun la 'bis ina pm mesa de Nuestro Senor y Salvador, hecha al prin_ cipe de sus discípulos: -..«Yo he rogado por ei pa ra que no falte ti fé, y te convertido alg-un da confirma-ti tus hermanos (5) » Este don de la verdad y de la le indefectible, fue concedido divinamente á Pedro y á sus suce sores (11 esta Cátedra e fin de que cumpliesen se, excelso encargo para la salud de todos; á fin de que toda la grey de Cristo, apartada por ellos de los venenosos pastos del error, fuese nútrele con alimento de celestial doctrina; á fin•deque qui tada toda ocasion de cisma, la Iglesia .ea conser vada toda una, y apoyada en su fundamento re sista firmemente á las puertas del infierno. Mas como en esta misma época. en que mas se necesila la saludable influencia de la dignidad apostólica; hay no pocos que se oponen á su au toridad, juzgamos necesario de todo punto afir -mar selernnemente la prerogatk a que el n'e& ofichi-Pasforal: Asi pues, Nos, adhiriéndonos fielmente á la tradicien recibida desde el principio de la té cris tiana, para gloria de Dios nuestro Salvador, exal tacion de la Religion católica v salud de los pue blos cristianos, aprobando el Sagrado Concilio, teensielainos y definimos que es dogma divinamen revelado: Que el Romano Vomitiva, cuando ha bla ex-cdthedra, esto es, cuando cumpliendo el cargo de Pastor y doctor de todos los cristianos definen en virtud de su euprenia autoridad apos tólica que una doctrina tocante á la fe ó renom bres ha de ser tenida por -toda la lelesia, goea por asistencia divina prometida ?II mismo en la persona del bienaventurado Pedro de aquella in falibilidad de que el Div inoRedentor quiso inves tir á su Iglesia en 'la detinicion de la doctrina de té 6 costumbres; y por tanto que semejantes de finiciones dei Romano Pontífice son irreformables por sí mismas, no en virtud del consenteniento de la Si, pues. alguno osare contradecir á esta nues tra definicion, lo.que Dios no permita, sea ana tema. (I) Cf. Joan ni. 15— Pf (2) S. Cyr. Ales ad 5. etelest. P. (3) S. tunee. I ad eme. eartli et !Mesen (1) Cf. S. Bern. epist. 190 (S) Cf. S. Aeathon, epist. ad Imp. a Un. panel U ap probeta. OCK LOS HOMBRES DE ORDEN. nadie esprcsam en te Mis advertencias tocan, Quien sm. crea aludido Con su pan se lo coma. Existe en la sociedad espanola una c;a -- se de hombres, enteramente agena á la vi - da activa de cada uno de los partidos poli • ticos militantes; clase que por si sola, da -- da su posicion social y aun su inteligencia, ha llegado á formar un gran partido sin pertenecer á ninguno de los que aspiran á la gobernacion Id Estado. Preguntad á cualquiera de esos hombres cuál es su aspiraciori, cuál es su deseo sus simpatías cuales son, y os contestar encogiéndose de hombros : «No soy hom - bre de partido, soy hombrh de órdrit v nada mas,» é inútil será que os esforceis en de mostrarle que su eontestacion es demasia do vaga, que en las actuales circunstan - das es de todo punto necesario militar en Esto es lo que viene aconteciendo en Es pana hace cerca de medio siglo, esto es lo que acontece actualmente, y esto tarnbien cuando la Patria perece,es un deber de lo- 10 que acontecerá mientras el torpe libera d() buen ciudadano y de todo caballero Cor- liSITIO impere en nuestro suelo, ora se pon rer en su ausilio y morir si es precise en ga la máscara del dictador O la risible co-so defensa, que todo lo demás es vergon- 1 lema del monarca democrático. zoso en pechos varoniles y propio solo de I ?Quereis el órden? Pues trabajad hasta viejas decrépitas o de abyectos corazones. I alcanzarlo, y para esto empezad por dejar de apellidaros hombres de orden afiliándoos Á 10(10 esto Os replicará; « \ o w)le de ar- 4í reglar el mundo, soy hombre de orden y... en el partido de la Fé, si nuestros princi- ?qué quereis? me parece que esto es ims- pios os parecen buenos, ó en el partido de tante.» la Razon si os parecen malos. Á esta clase de hombres, no tememos i Todo lo demás es cobardía o crimen; co decirlo, les ha de alcanzar la mayor v mas!, bardía porque os falta el valor para sufrir terrible responsabilidad por las catástrofes 1 las adversidades que llevan consigo los que sobre esta desventurada necio() pudie- I partidos políticos hasta que llega el dia de ran sobrevenir; porque no basta llamarse i su triunfo; cremen, porque cuando la Pá hombre de órden, que al fin v al cabo esto ,:' tria gime angustiada, deber es de todo chi hoy nada significa; ha llegado la hora de [ dadano y de todo caballero acudir en su deslindar los campos y es preciso definirse ausilio para salvarla, en vez de contentar elorumerite. i se con dispensarle una compasion estéril ó Hasta aver conocianse en Espaba varios con llamarse hombre de órden que es lo i partidos políticos que ostentaban en su es- mismo. cudo principios mas ó menos aceptables, , Y si por vuestra indiferencia ó por vues mas o -menos lógicos; hoy esto ha concluí- , Ira cobardía vinieran sobre la ya afligida / do y ya no quedan sino dos bandos que en Espana dias de espanto y de terror, no el terreno de la política tienen respectiva- • creais, no, que vuestra conducta de hoy os <Denle los nombres de tradicionalista v re publicanos. v en el terreno (le la Relig'ion, este ó en el otro partido, sostener estas o aquellas doctrinas, sustentar unos ú otros principios; en vano será que le digais que salvaría del naufragio; antes por el contra rio, esta conducta, que bien podemos Ila - que es el terreno en donde habrá de darse mar ó -tímida hipócrita, seria el mas ter-la batalla, ya que allí se nos provoca, de-- rible cargo contra vosotros en aquellas cir nominanse el partido de la Fé con la razon cunstaucias. Además vosotros hombres de orden sois conocidos tambien como hombres ricos, y sabido es que las muchedumbres sin Dios de orden; es necesario estar del lado de la siempre fueron codiciosas de tesoros. Fé y de la razon; al lado de los desva- Creednos; en el dia del cataclismo, vo-ríos de la Razon árbitra de sí misma. sotros seriais las primeras víctimas y vues Y además: ?Qué quereis decir al apelli- tras propiedades el patrimonio de vuestros daros hombres de órden? ?Qué orden es asesinos. ese? ?Quién os le ha de traer? ?Es el &den impuesto por la guillotina de Marat, ó es el órden restablecido por el látigo de Napoleon I? ?Os lo ha de traer el general Prim ó el Directorio republicano? Y puesto que el orden y nada mas que el orden ;nene:lis. nermitiCluos ()tre tire - gunta. ?Lo aceptareis con agrado de ala - nos de cualquiera que os le dé? No hay para que ponerlo en duda, si atendemos á la calificacion que os babeis dado. Ahora bien; supongamos lo que, tal vez, pudiera realizarse; supongamos que el ge neral Prim es tan afortunado que alcanza la dictadura y estab:ece el órden. ?Pero esto es bastante? ?Nada mas ape teceis? ?Creeis, por Ventura, que el esta blecimiento del órden material, único qim podria imponer la dictadura, es suficiente para calmar esa inquietud, ese desasosie go, ese temor, ese pánico que por do quie ra se observan? Convengamos en que el brazo de hierro de un dictador podria acallar las clamoro sas pasiones de los partidos políticos; con vengamos, y no es poco convenir, en que la propiedad seria respetada siquiera fuese por temor al castigo ya que no por otra eaosa ; y convengamos, por último, en que la prensa y la tribuna, el libro y la lee, todo igualmente, estuviese sumiso v res - petuoso á los pies del ídolo de hierro de nominado la dictadura. ?Y nada mas apeteceis? ?Pues y el or - den moral? ?Creeis haber conseguido este alcanzando aquel? Gravísimo error; esto equivaldiia á suponer que el alma puede ser esclava de la materia, que la razon puede estar supeditada por las pasiones en todas las épocas de la vida, que la fuerza bruta es mas poderosa que la fuerza del pensamiento. Nunca el orden moral ha depeodido orden material; antes al contrario, en don de aquel existe, existe este tambien, por que el segundo es una consecuencia natu rel y lógica del primero. Alli donde el orden moral desaparece, desaparece tambien, al propio tiempo, to do lo que en él va encarnado; la paz. su cede la guerra; á la tranquilidad, el desór den de todo género; al principio de autori dad, la razon del mas fuerte; á.la justicia, el favor; á la pública prosperidad, la pú - blica bancarrota; á la verdad, el error; en una palabra, á Dios sucede el hombre, vi siblemente, con todas las miserias y velei dades que le son propias. subordinada á ella y el partido de la Razon • sola é independiente. No basta, repetimos, llamarse hombre EL ECO DEL BRUCH. Reflexionad hombres de ordeh y decidíos, que vuestra apatía puede ser causa de que encontreis, en el orden de que tanto ha blais, vuestra ruina. La Fraternidad, órgano fiel del partido re 4>c+a verrrlill(10, y con la profundidad que tanto caracteriza á este periódico, de la Inquisicion, de la Com panía de Jesús, del poder temporal del Papa, de las dinastías austríaca y borbónica y de otras menudencias. Nada las justo y conve niente que la conducta del colega federal, desde que la libertad de imprenta, teniendo en cuenta las exigencias sociales, permite componer la historia y discurrir con los piés y autoriza luchas lamentables y dolorosas entre el sentido comun y la Fraternidad, en las cuales, deber nuestro es confesarlo, ella resul ta siempre vencedora. En el penúltimo número de la Fraternidad, habla algunos sueltos en los que se trasforma ba, con una habilidad incomprensible, algu nas cositas revolucionarias que son de derecho humano, en de derecho divino. Distinguíanse, sobre todo, dichos sueltos, por.su admirable concision, pues en corto espacio se trataba de la estrecha religion democrática, de las infa mias del partido carlista; del Syllabus y del Concilio Ecuménico, nmbos, obra de los'Jesui tas; y del poder temporal del Papa. Tambien se ha-Uribe, en ellos, de la bala que recibió Zumalacerregui, cuya herida, nosotros los li berales, curarnos con un método escelente que acaba pronto con los dolores mundanos. Al pripcipm—confesamos humildemente nuestra falta—dudábamos de las rotundas afirmacio nes de la Fraternidad, porque no estaban acom panadas de pruebas, despues creímos que po dria tener razon á pesar de ello, y última mente quedamos convencidos de todo lo que deein, pues á fuere( de fatigas y sudores pu dimos cerciorarnos de que el argumento po deroso que esgrimia, era un ariete irresistible que consistia en un famoso yo lo digo •Y en un convincente porque si. -Una cosa nos llamó la atencion; la lucidez l'oil que,. en pocas Palabras, hacia, el colega, ln crítica de la Inquisicion espanola y el ter ror que esta institucion le inspira, precisa mente porque la Inquisicion se entretenia con les pícaros de aquellos ominosos tiempos. Pe ro como esto no lince al caso, fijándonos en lo principal, debemos consignar que tuvimos que inclinar la cabeza, en senal de asentimiento, cuando la Fraternidad, subida en la trípode y lanzando oráculos que alguien podria to mar por votos, comunicó á sus memerosísimos lectores que la Inquisicion privó el desarrollo de las luces en Espana, que fué causa de in calculables males y que la Alemania, lalta lia, la Hungría, las Indias y los Países Bajos sacudiesen con fuertes sublevaciones la in fluencia de la gloria espanola. Es de advertir que aqui, el colega vuelve á esgrimir el arie te aquel .... Siempre hemos creído—aunque hayamos creído mal—que ciertas cabezas son demasiado pequenas para comprender insti tuciones verdaderamente grandes, pero tam poco ignoramos que les ha sido concedido á privilegiados ingenios, retratar de una plu rueda una época entera ó una institucion. En este caso se encuentra el órgano del gran par tido republicano federal de Manresa. Sin embargo hay algunos ilusos, entre los cuales nos contamos nosotros, para desgracia nuestra, que sin pretender restablecer la In quisicion (nota béne) porque estamos en el si glo XIX, conservan todavía algunas preocu paciones respecto de lo que ella fué, preocu paciones que seria conveniente desvaneciese la Fraternidad. Para ello nada mas á propósito que una polémica formal entre el colega y el Eco DEL BRUCH el cual no se creerá deshonra do por ser vencido, porque nunca fué desho nor el ser derrotado por los Roldanes del mun do moderno. La discusion podria versar sobre la razon filosófico-religiosa de la Inquisicion, en gel espanola.—Su ca-rácter.— Razones históricas que la abonan.— Crítica de la misma.—Esto, sino parece mal á la Fraternidad, pues de lo contrario, estamos dispuestos á acomodarnos á sus planes, dado caso de ser razonables. Varias serian las ventajas que reportaría esta lucha pacífica; en primer lugar, nosotros, los del Eco, nos veríamos obligadas á estudiar algo la cuestion, para no soltar palabras im prudentes ó juicios inexactos. La Fraternidad, nos prestaría, por consiguiente, un servicio. enuy estimable. Nadie duda que esta polémi ca, tan sabrosa, en un tiempo en que el ter mómetro Reamur senala 28°, aumentará las. emociones de los manresanos que las sienten ya muy vivas, á causa de la guerra entre 'Francia y Prusia. Asi pues, contribuiremos á que nuestros compatricios pasen un verano menos incómodo, es decir, ambos ejerceremos una verdadera obra de caridad.—Con motivo de esta polémica, el ciudadano D. Angel Ri vas—eueos consejos políticos son escuchados. con profundo respeto pór todos los gabinetes europeos, incluso el de Turquía—tendrá an cho campo para filosofar; D. Vicente de Fe brer, cuyo ardor es tan natural á su edad, podrá lanzar tremendas filipicas contra el cle ro y los frailes, y el incomparable D. Antonio Kies y Munoz se hallará en su elemento, pues en este asunto viene de moldé 'una descrip cion de lo que él llamaría un auto de fé, des cripcion adornada con todas las galas de la poesía. Fácilmente se echa de ver la necesidad de jueces en esta discusion• por nuestra parte habíamos penando prime;nmente en el Manre sano; pero atendiendo despues á que su sabi duría es escesiva, en toda clase de asuntos, creemos que el mejor tribunal es la °peden pública. A fin de ilustrarla debidamente V te niendo en cuenta que el Eco tiene asuntasmns interesantes que el divertirse—siquiera lo ha ga á costa de revolcones propinados por su ad versario—considerarnos absolutamente indis pensable que los razonamientos de ambas par tes, sean impresos, no en los dos periódicos, si no en hojas sueltas, cue-o importe sera costea do por mitad, por la Fraternidad y el Eco DEL BRUCH. Atendiendo á los justísimos deseos de propaganda que Vds. tienen; dichas hojas, ademes de las que se repartan dentro de los periódicos, serán distribuídase gratis, entre los individuos que componen el club republi 1 cano v el Centro Católico-earlista de este die- 9 las cosas den buenos resultados, son siempre necesarias varias circunstancias que las conduzcan á buen término. En este concepto, no dudamos que Vds. acojerán con júbilo estas proposiciones que tienden á ase , gurarles un triunfo completísimo. 1.° La Fra ternidad indicará, I' con la franqueza que la ea racterizn, la actitud en que se presenta en es ta cuestion; si es mora, judía, evangélica ó ra cionalista. 2.° Siendo su norma de conducta, -. la sinceridad mas intachable, desde luego f, confiamos en que al citar datos históricos se ! tomará la molestia de mimbrar, por lo menos, 1 el autor de donde los toma y si es posible, la olorn, la edicion y la página de la mianin en que consten dichos datos. Nosotros, por lo que ienlos atane, imitaremos su proceder. 3." Coreo Eco DEL BRUCH se halla en relacion de in ferioridnd respecto de la Fraternidad, ya que , la Inquisicion es el fuerte de esta; El Eco se, I reserva la tarea de desmentir, de convenir etc.. en los datos ó apreciaciones que el periódico republicano emita. Pero como eetanicre á las órdenes de la Fraternidad, si ez,ta nos lo man da. cambiaremos los papeles. 4.° Cuando la Fraternidad haya apurado todas las cites, ha .. remos un esfuerzo pare enumerarla les obras a que puede acudir para combetirnos, y las librerías en que se espenden ó el lugar en que pueda encontrarlas. En todo caso, queda ni colega un reeurso heióico; hablee con toda 4 formalidad, deapuea de haber metido los ho cicos en el comedero y de haber tomado un pienso. Una larga esperiencia que todos la re conocen, le habrá demostrado la eficacia de la receta. Siempre fué propio de temerarios, querer adquirir celebridld, atacando á los grandes hombres; por esto nosotros nos dirigimos á los redactores de la Fraternidad; si bien con es casa confianza, y con indescriptible timidez. Pero en nuestro atrevimiento encontraremos nuestro castigo. Para el vencedor siempre hay coronas de laurel. ! Felices elloe, que verán cenida su frente con la verde hoja mientras murmurarán á coro v con acento (lindo, el famoso é pur si mouve de Galileo. A nosotros ya sabemos lo que nos toca; humillar la fren te ante el triunfo del enemigo y ocultar le jos, muy lejos, nuestro rubor; á nosotros solo nos queda un medio que aprovecharemos, el triste recurso de los gladiadores romanos : mo rir en buena postura. Una carta de Roma, fecha 19, dá noticias de la solemne proelamacion del dogma de la infalibilidad. D'icen así los principales párrafos : «La gran mayoría del Concilio ha oido con en tusiasmo la proclamacion de este doble y supre mo poder directivo y doctrinal del Romano Pon tífice, entusiásrno de que ha paitivipado tambien la generalidad de los fieles que llenaban la Basí lica de San Pedro. Inmediatamente que fué pro nunciada la definicion, prorumpieron por todas partes en aclamaciones á Pío 1X infalible, a la infalibilidad, al Pontificado Romano, al Concilio, á la Religion, etc., palmoteando y abraándose unos á otros los Obispos y los fieles, todos con movidos y derramando lágrimas de contento. No se ha visto nunca un espectáculo semejante. El Santo Padre estaba tan enternecido, que apénas pudo entonar el Te Deum, euyo canto prosiguió el pueblo. sin que le pudieran conte ner los cantores pontificios: Concluido que fue, comenzaron de nuevo los vivas v las aclamacio nes, y así se dió fin á la ceremonia. en medio de un entusiasmo general é indescriptible. Esta brillante y conmovedora, al par que ex pontánea manifestacion ha compensado abun dantemente el defecto de la procesion con la Cá tedra de San Pedro, del repique general de cam panas y salva de artillería que se hablan anun ciado, y que después se han contramandado, no sé por qué motivo. • Tampoco se cantó la Misa Conciliar, como so ha hecho en las tres sesiones precedentes. De ma nera, que en la parte litúrgica, la sesion de ayer no ha ofrecido nada d:e particular. pues toda se ha reducido á presentarse el Santo Padre en el aula del Concilio. decirse Misa rezadli del Espíri tu Santo, y despues del canto del Veni Creator, promulgarse la Constitacion sobredicha, conclu yendo con el del Te Deum. 'Por la noche ha habido una espontánea ilumi nacion general en todos los edificios públicos y particulares, conciertos en las plazas v otras mu chas diversiones, si bien el estado actual de la Europa, que tanto nos preocupa. ha impedido que sean mucho mas ruidosas que lo han sido. Con la definic,ion de la infalibilidad queda ya realizada la parte mas importante del programa del Concilio; así que todos los Obispos han sido autorizados para regresar á sus diócesis, quedan do solo los de las comisiones, las cuales no inter rumpirán sus trabajos. El 11 del venturo Noviem bre es el dia designado para volver á reunirse. Los 118 padres de la oposicion que han dado sir vol() negativo, han salido ya de Roma. Pero todos están coformes en someterse.» El Volante de la Campaiia. Felizmente no ha resultado cierto que los fran ceses asesinasen á nuestro cónsul de Perpignan. Mucho nos alegramos de que la noticia haya re sultado falsa, peesasi se habrá evitado un con flicto que podia traer graves disgustos asi á nues tra n.acion como al vecino imperio. Acerca he salida, de la Ciudad Santa, de las tropas. francesas' de que tanto se ha ha-blado con motivo de la guerra entre Francia y Prusia, leemos en la ilustrada revista Altar y Trono: • «,No tememos que salgan las tropas francesasde Roma. [11 Los desventurados que lo ansían por su odio al Catolicismo ignoran que, si el hecho se realiza, dará origen A una nueva maravilla de Dios, y- por tanto a su propia confusion. No sa - hemos lo que sucederá, mas estamos tranquilos. Es posible que las tropas italianas no penetren en el territorio ponlificio aunque lo quiera su go bierno, despues de prometer lo contrOltio, y que lo impida Víctor Manuel. que recientemente ha escrito cartas al Pontífice-Rey pidiéndole perdon, v asegurándole que deplora los atentados que ha c. ()metido ó aprobado anteriormente. Lo es tam bien que otra nácion protestante quizás (Prusia las ha ofrecido mas de una vez) cavia tropas si salen las de Francia. Lo es igualmente que, si •¦••¦•¦•¦¦1* [11 Partes telegráfiros posleriores dan la noticia de la sa lida de Roma de las tropas francesas. Cuanto mayores sean las dificultades que contra la klesia se presenten, tanto mas re saltará la accion de la Divina Providencia. solo los garibaldinos se deciden á probar nueva mente fortuna, reciban, por muchos que sean, otra leecion terrible del ejército pontificio, sobre toda ponderacion incomparable. Lo es tambien que salgan los soldados de Napoleon, que pene tren los de Víctor Manuel, que resistan heroica mente los del Papa. v que nuevos voluntarios de todos los países del. mundo lleguen á tiempo é impidan la consumacion del mas horrendo cri men, v del sacrilegio mas enorme que puede ima ginarse ó concebirse. Lo es. en fin, que el Conci lio haya de suspenderse, que Pío IX tenga que salir de Roma, ó acabe agregando á su triple co rona inmortal del martirio, y que los nuevos Ati las eclipsen el nombre infame de los anteriores. Todo esto posible; más hay una cosa indudable; á saber: el triunfo de la Iglesia y el cumplimien to de las promesas divinas,» La Epoca ha supuesto eslos dias que el reyeeár los VII !rabia ofrecido su esJada y sus servicios al gobierno francés. Pues bien, en una correspon dencia de París inserta en la Esperanza y en el Perisainiento Espak9l leemos. que D. Carlos fué V: para conocer hora por hora los arontecimien tos ittteriores de Espana y los e.steriores de la pa tria, de sus ilustres ascendientes. 2.°: para se guir, en caso de permitirsele los sucesos de Es pana, las operaciones del ejército fraOcés, estu diando asi la estrategia moderna y asistiendo á una gran batalla. Ni mas ni menos.' D. Carlos se considera y es rey; no se rebajapues á ofrecer su espada á ningun igual suyo. La neticia•de la Epa caes pues completamente falsa. De una escelente correspondencia de Ma drid, que publica nuestro queridísimo colega., el Tradicional de Valencia, uno de loa, mejo res periódicos que defienden la monarquía tradicional; tomamos lo siguiente : «Mientras tanto el gobierno francés, he dicho repito, observa con respeto á Espana una actitu digna y verdaderamente amistosa. y los lamenta bles aconte.ciinientos de Tolon, objeto de tan in fundadas suposiciones por parte de los periódico antes mencionados; han sido causa de que así 1 demuestre nuevamente, pues además de las satis facciones dadás al gobierno espanol tan lueg como se tuvo conocimiento de aquellos, el ceiba jador de Francia en Madrid se presentó ayer Lar de al ministro de Estado para leerle una eoniu nicacion de su gobierno en que se dirigen a nuestro las frases mas cordiales y afectuosas, a propio tiempo que se ha dispuesto que por las au toridades de Talan se proceda con toda aolemni dad y en presencia del cónsul de Tolon y el d Memela", 0010oan .r. o Arnajtin jt. n ta-bandera que las turbas arrancaron. sirviend esto de desagravio á la ofensa inferida con est atentado á una nacion amiga.» EL ECU DEL BRUE1-1. o o e e Hemos recibido, con soma satisfaccion, la últ ma publicacion de la Biblioteca popular de Barc lona. Es un estudio concienzudo y ameno acere de S. Hermenegildo. por D. Pedro Nanot-Renar Dotado este estudioso joven de un imparcial cri terio y de copiosa eriulicion y gran conocedor d nuestra historia pátria, no es de estranar que 1 vida de S. Hermenegildo, sea un acabado trabaj en que está descrito, con perfeccion, el carhet de la época visigoda en que resaltan la simpátie figura de Ingunda, esposa del príncipe mártir la constancia de S. Hermenegildo que despuesd convertirse al catolicismo, movido de los consej de su esposa y de las exortaciones de S. Leandr Arzobispo de Sevilla, murió por nuestra fé sacr santa. Acertada crítica, hábil pluma, toques delica dos y un completo conocimiento de nuestros e critores antiguos, he aqui las dotes que revela Sr. Nanot en su obrita. Con ella ha empezado primera de las Leyendas cristianas, que se prop ne publicar, las cuales, serán, á no dudar, u digna continuacion de la que ha valido A su no tor justísimos elogios á los que nos asociamos e toda nuestra alma. e a t. - e a o er a y e os o, o s el la o na - on Correspondencias particulares de EL ECO. Sres. Director y Redactores del Eco DEL BRUCH. Roma 1.° de Julio de 1870. Amigos v senores mios: Aprovecho los últimos momentos de mi estancia en Roma para escribir les algo de lo mucho que pudiera. Ya recorda rán que en mí última les hablaba del vigésimo cuarto aniversario de la eleccion del Sumo Pon tífice; pues bien, á los dos dias celebrese el de su coronación. Asistió personalmente y lleno de salud á la Capilla Cardenalieni que hubo en San Pedro. Por la noche helio una iluminacion tan general como-espontánea, que esos buenos roma boa en tralandose. de Pio IXsalen de juicio. Y bien saben Vds. que no es rey de los que ahora le usan, pero, qué quieren' Vds., los romanos, escurantistas, como losque mas, baciendose sor dos á la moderna vocinglería, están contentos. y viven muy felices. Eso poco roas 6 menos estoy por creer que sucedería en otros tiempos con aquellos rancios de la-Espana tres veces grande hasta en honra. Pero... -y libertad ? pero... y no son los romanos viles parias de un gobierno des pótico? pero... y no humilla sus semblantes la repugnante mancha del caduco fanatismo? Ce sen, Cesen de abusar de la candidez del vulgo ig norante los que en sus sombríos antros juran la desteuccion del humano linaje. Devuelvan á la Iglesia la palabra libertad, pantalla para ellos de criminales.preyectos. Solo lo. lgleaia puede tener tiene lo que aquella palabra simboliza. Aban donen siquiera un momento sus nefandas tareas, pásense á Roma. Aqui verán la libertad verda dera en su mayor escala. Libertad, que no sieni-fica el eterno temor con que la hez del pueblo ne encogido al hombre de bien: Libertad, que no quiere decir que el buen nombre, y fama de per sonas virtuosas ande en caricaturay de cualquier manera por esos mundos de Dios. Libertad, que no implica el que cuatro descorazonados liaran-nes, se apoderen sin mas ni mas del fruto de rar-gas fatigas y sudores del propietario. Mucho me nos significa la libertad de esos ahimce viles, de cura brutalidad depende la vida del inerme ciu dadano. Nada de eso. En Roma viven todos en paz y sosiego, y si alguna vez se perturba, 'es cuando recuerdan el ensayo que de las Masó nicas teorías se hizo allá por allá. Se lea erizan los cabellos á esas buenas gentes al pensar so lamente en la nieta contingencia de que reanu dasen sus faenas regeneradoras los redentores de marras. No será, que Dios no abandona á sus bi jcis, paro que beban con exceso el cáliz-de la re signacion. Adelante. Dos festividades 'religiosas han llamado estos divs la atencion; la de San Juan bautista y la del Príncipe de los Apóstoles. Eatrambas honró el Papa con su presencia en los oficios divinos. Ce lebráronse el primer día en San Juan de Letran; el segundo en que ofició el Papa, va se deja su poner, se celebraron en la basílica del Vaticano. Todo contribuye á engrandecer las funciones de Roma. Todo hace que esté uno en un continuo asombro. Agolpábanse en nii imaginacion mi! mil consideraciones á cual mas sublinies; per» dos descollaron entre todas. Roma, la panana; v Roma, la cristiana. Roma, en que se celebraban un dia aquellas fiestas de disolucion, de s,ngre, y de locura; Roma, en que se ostenta al pre sente nuestra augusta religion que lo es de amor v de pureza. Las antiguas bacanales. Júpiter tapitolino, y el inmundo templo de Venus, han cedido lugar á la n-oldre y cabeza de todas las Iglesias cristianas, á saber, San Juan de Letran, al Vaticano y á tantos otros templos católicos cu yas paredes animan al genio artístico y la mas relevante piedad. Qué diferencia entre unas fies tas y otras fiestas! Qué diferencia en los objetos, de pública veneracion, en los c.ánticos religiosos, en los sacerdotes! Pero, permítanme Vds. que les diga ser imposible hablar de Roma, y sobre todo de las sagradas funciones sin que asalte el re cuerdo' de !'jo IX., Grande sobre toda compara don es lo que se hace en Roma; pero, que sé yo, si no anda por en medio Pio IX, no hay cosa que no valga; todo carece de interés. Él lo anima to do, lo llena todo, lo es todo. Su hermoso v vene rando semblante infunde alegría y consuelo, al par que enciende el pecho de ardor. Al verle, quisieran todos morir por él. Oh 1 si pudiesen NCIIrc tticallY11.1 014 II:Yo.a.yoUtra ztilo vjvo V¦1 le cuando entona en los divinos oficios con su voz dulce, clara, y robusta; contemplarle revestido de los pontificales ornamentos, cubierta su cabe za con la triple corona, alzado en la sede gestato ria. Oh I si pudiesen latir los vuestros pechos an te la magestuosa figura de vuestro bondadoso y anciano padre que, llenó de fé y de amor les ben dice! Serian dichosos, enteramente dichosos.— En la noche de la Vigilia de San Pedro turbo la tradicional iluminacion de la cúpula del Vatica no. En la misma hora del dia del Santo hubo la girandolaó sea. castillode fuegos artificiales. Am bos espectáculos compitieron por lo grande, por lo vistoso, por lo fantástico. Les aseguro que ni uno ni otro encontrarian rival quizás en toda Eu ropa. Roma, amigos, Roma, con su oscurantismo, fanatismo ,despotismo y todo...dejad á los Caste lares y comparsa fastidiándose en la ímproba y costosa empresa de desacreditar á la Ciudad que por todo elogio puede alegar ser visitada con pas mo y admiracion por todo el mundo. Eso es lo que aparece á cada paso y momento. Descuidaba el decirles que el intransigente hombre del Non possumus, el día de San Pedro, despues de la Mi sa mayor, sentado en lo alto de su silla. y frente á la puerta mayor de San Pedro, rodeado del Sa cro Colegio, y en presencia del inmenso concur so, renovó con voz de trueno la protesta v exco munion contra los que están vejando la iglesia. apoderándose y conservando sus bienes etc. Con que, aviso á los ladrones politicos de por acá, por si les hace mella el eco de la voz de Dios. !Qué acto mas imponente fué aquel ! imposible que si lo vieran tantos mise-ables á quienes ha engana do un punado de oro, no sintiesen calentar sus rostros la vergüenza, y mortificar sus pechos el remordimiento. ! Qué hacerles! Tengo la dicha de decirles que ayer fuimos ad mitidos ti la audiencia del Papa. Un jóven italia no levó'un breve y muy sentido discurso en que manifestaba la adfiesion de todos á Su Santidad. Contestó el Papa; pero, Dios mio, de qué modo! Yo no puedo recordar sus palabras, sus adema nes, su dulce entusiasmo sin que me sienta muy conmovido. Exortó á todos á cumplir con sus res pectivos deberes, acentuando especialmente la ,heresidad qne tenemos de desprender el corazon ,de las cosas fútiles de la tierra y de levantarle á las del cielo. Dijo que él será fiel en cumplir en cuanto alcance los deberes de esta Cátedra apos tólica.... Siempre mas recordaré aquellos felices mementos. Pio IX tiene todos los atractivos y to das las gracias. No cabe exageracion. Es tambien festivo. Voy á referirles, á trueque de ser pesado, un suceso de estos dias. para que sepan lo que son los franceses, entrometidos mas de lo que fuera menester, v al propio tiempo las graciosas ocurrencias de Pio .11L. Aguardo uno de dichos senores a que pasase el Papa. Bendecía segun costumbre á los circunstantes, cuando al diantre del francés se le n-,ele en los cascos el presentar alPapa con una mano el retrato del Pontifice, y en la otra una pluma mojada para que lo firme. No hizo mas el Papa que coger la pluma, y, con la mayor gracia del mundo, le hace con ella una cruz en la frente, debajo de la que babia unas naricesde dos palmos. •Batan palmas, amigos, que les traigo una y buena. Figúrense Vds. que me vi en presencia del augusto hermano de nuestro idolatrado res:. Av! ese buen zuato, cuánto áma á los espano-le- s! cuánto se interesa por ellos. Estaba en su compania el ilustre general Puente, en cuya tos tada y anciana faz apararecen las fatigas de cien combates, y que en su edad octogenaria; segun dicen, no desmiente en lo mas mínimo su proba di fidelidad á su legítimo monarca. Príncipe. di je á D. Alfonso: tengo el honor de saludar á V. A. muy afectuosamente en nombre de los redactores del Eco DEL BRUCH, ardientes defensores de fa san ta causa. Bien, me dijo muy conmovido, bien, dígales Y. que muchas gracias. dígales. Y. que muchas gracias, volvió á decir. Es persona muy fina y muy simpática. Todo Roma habla de él-, teniéndole en muy grande estima. • Poco voy á decirles del Concilio, á pesar de que les interesará mucho. Una cosa voy á decir les en( honor de Espana, ya que tan deshonrada se halla. Acaban de decirme que hoy hable en el Concilio cosa de hora y media el llnio. Sr. Paya, (Bonísimo Obispo de Cuenca; pero de un modo que ha sorprendido vivamente al auditorio hasta el punto de llegar á decir que ha aventajado en elocuencia á todos, absolutamente todos los ora dores que le han precedido; y cuenta, que han hablado lenguas de oro. En breve parece habrá sesion públicaaPiensan marchar temporalmente diferentes Padres durante estos calores escesivos, sin que se entienda por eso que en manera algu na haya de suspenderse el Concilio. La cuestion de infalibilidad, que va no deberá merecer el nombre de cuestion, la tiene tádo el mundo por resuelta como les decia. No sé mas del Concilio, pues es una verdad que mas se sabe fuera que no acá. Manana parto con sentimiento, porque lo cau sa dejar tanto bueno para no encontrar mas. que malo. como no lo hay fuera de este recinto ben decido de un modo especial por la Providencia. Anímense v á Dios. S. S. y a'Imos—al . Sr. Director de Ea Eco DEL Bancu. Tárrega 6 de Julio de 1870. Muy senor mio: Permítame V. que por esta vez me honre con el encargo de corresponsal de su apreciable periódico que tan diknamente dirige. Esta villa presenció el domingo último uno de esos actos que no solo contribuyen á la impor tancia de un pueblo, sino que llenan de regocijo tria, aspiran á la tan suspirada restanracion de la Monarquía espanola al no menos deseado triunfo de la Iglesia .católica. Vencidos todos los obstáculos cine por cierto eran muchos, con no poco contentamiento de los buenos se ha logrado formar una Sociedad que al mismo tiempo que proporcionase solaz y es parcimiento á los socios, difundiera entre los mis mos la moral cristiana, no permitiendo nada con trario á sus reglas y preceptos, conforme siem pre á la ensenanza de la Santa Iglesia, católica, apostólica, romana. En medio de una numerosa concurrencia tuvo lugar la inanguracion del Cen tro Católico, dando principio á tan solomne acto el ilustrado jáven de esta la Mariann Carulla, que ocupaba la presidencia. con tin breve discurso en el que con elocuentes frases demostró la utilidad y necesidad de que todos los jóvenes acudiesen al llamamiento que se les hebra si en algo esti maban el porvenir de la patria. • Acto seguido dióse lugar á la lectura del re glamento de la Sociedad, con el nombramiento de la Junta Directiva que quedó constituida de la manera siguiente: Presidente.—D. Enrique de Carcer yde Lobies. Vice-presidente.—D. Mariano Carona. Vocales.—n. Isidro Nicolau y D. Pedro Miró. Tesorero.—D. Antonio Llor. Secretario.— D. Reman Carreno y Bonet. a Últimamente el socio I). Ramon Nicola u Car reno esplicó en breves pero enérgicas palabras el objeto de la Sociedad : hizo ver al mismo tiempo cuan necesaria es la iminn y el trabajo de todos para alcanzar la estincion de esos bandos políticos que sin razon de ser y que solo por fines ambi ciosos están desgarrando el corazon de nuestra querida Espana. y concluyó felicitando á los ini ciadores del Centro y á todos los habitantes de Tárrega por • la inauguración de esta Sociedad, motivo de justo orgullo para los primeros y de alegría para los segundos por los inmensos bie-c. reportarles tan benéfica institu- Con el -mayor entusiasmo concluyese está sen cilla y plausible fiesta. pudiéndose observar en el semblante de todos losconcurrentes la satisfac cion que naturalmente habia de producir-lo qfie tanto se esperaba. No quiero concluir esta carta sin dar á V. una buena noticia : el corresponsal del Eco en esta villa, como es natural, es socio del Centro: pues bien, como dicho periódico se reparte en el mis mo local, quisiera que V. viese, senor Director, el afan con que es esperado; todos lo leen con en tusiasmo; v no es estrano porque entusiasmo ins pira el ver -con cuanto valoré intrepidez defiende las ideas que todos sustentamos y que todos qui siéramos ver realizadas pronto. Quiera Dios escu char nuestros ruegos. Con esta ocasion tengo el gusto de ofrecerme de-Y. atento S. S.`— Un católico. GACETILLAS. Advertencia. Rogamos encarecidamen te á todos nuestros abonedos y corresponsales que se hallen en descubierto con esta Admi restrecion de uno 6 mas trimestres, se sirvan remitirnos su importe á la mayor brevedad posible. Muchos y perentorios son los gastos que sobre nosotros pesan; por lo mismo en mnguna otra ocasion corno en esta pueden demostrar nuestros suseritores su afecto y los corresponsales su actividad, dejando comple tamente satisfechos nuestros deseos. La Adininistrncion no responde de los se llos, que se envien en carta no certificada. Incendio. Funesta ha sido la semana que Bemba de trascurrir para algunos desdi chados labradores de nuestra ciudad, á quie nes desgracias de esta naturaleza han sumido en la miseria. El lú es á las 10 de la noche, declaróse un vorez iecer;dio en las gavillas de trigo de las dos eras contiguas, que hay en el antiguo camino de Cardona. El fuego comenzó, segun nos han asegurado testigos de vista, por la parte interior de la r a llamada del Ti, y merced al fuerte airecillo que aquella misma fleche soplaba en un instante ardieron cuan tos gavilleros en aquel ledo hebia, comuni c.árdose al mismo tiempo á la era sur,erior. Fue tan intenso que en pocas horas consumió 13 6 14 gavilleros, E:in que nada pudieran va ler contra él los extraordinarios esfuerzos que, para salvar las mieses, hicieron la companía de bomberos yloe numerosos particulares que nllí acudieron. Ignorase si ha sido casual ó preducido por mano aleve. Las consecuencias de este incendio son hor riblea.pnrn muchas familias, pues que con él han vigto desaparecer el fruto de tantos sudo res y trabajos, su único sustento y apoyo en la estrechez en que vieen. En los primeres momentos de este siniestro pereonárense en aquel lugar todas nuestras autoridades, tanto civiles corno militares; y la conducta que unas y otras observaron me recen nuestros mas sínceros pila-emes. El dig no Coronel de esta plaza y el simpático co mandante gradeedo de la Guardia Civil en viaron A prestar áusilio un piquete de las fuer zas de se mando, desplegando una actividad asombrosa. No menos fue el celo é interés que per ocasion de esta desgracio, demostrarou , e • 1 T primera instancia. Correspondencia. Mucho sentimos no rodea- insertar íntegra, á causa de la abun (lucia de materiales, que nos agobia, la que hemos recibido de Cardona, por cuyo motivo res limitamos á un pequeno estrncto. En ella se nos dice que el dia de San Jaime, la ju ventud de dicha villa, que en su mayoría es carlista, celebró les dios del Príncipe de As turias con un baile al que fueron invitados tedos los sóeies del Círculo Cardonense y las senoritas de dicha poblacion. Corno sucede casi siempre, en semejantes casos, algunos li beraleg, entre los que turbia que no las tenian todas, acudieron al local en el que tenia lu gre al baile, apagando las luces de la escale ra y- prorumpi-ndo desde la calle en mueras v en canciones contra los carlistas. La prii «('Iencia de nuestros amigos que continuaron en su diversion sin hacer caso de las bravatas de sus adversarios, hizo que no tuviese que deplorarse ningun lance desagradable. Sea el perabien 1 nuestros amigos de aquella villa. ilesívuen de la prensa manresana. El Manresano.—El artieulo de fondo «Cosechas en Manresa» es una apología de los ajos y de las judías. Hay otro titulado «Epidemias fa tales» en que se hace un elogio del profesor Holloway. La firma de este artículo es «Ho me Correspondent.» Cargue el Manresano con este brujo. Revista de la semana. Versa sobre la guer ra de Francia y Prusia. Cualquiera que sea la potencia que salga vencedora, el revistero lo habrá previsto. Gacetillas. Son abundantes. En una de ellas da cuenta de la muerte de uno de los ve teranos, del Bruch, D. Magin Sanaiartí y Bel selle. En otro, rectifica, con miele sal, lo de los vivas atronndores que en el número ante rior, decia, hnbian dado los sOcics del Centro carlista, á D. Carlos v D.' Margc•rita. El Manresano se ols''deló de recomendar á las autoridades el esterminio de la raza canina. La Fraternidad.—Empieza con un artículo de fondo de mi querido Il Angel. Es un tán tico imponente pues se titula «Bórrese el nr tenlo 33.» En él anuncia «sin temor de equi vocarse » que la «República viene », desnues repite que la «Repúblicn eiene > nero ataca do de una timidez repentina é injustificade, te eeegura, no ya con ln eonrisite del triunfo, como la vez primera, sino sotto roce... sot(o va ce tes de advertir que mi amigo posee perfec ts.reente el italiano.) . Al hablar ecerea de Montpensier, de D. Al fonso y de D. Isabel, el ciudadano Angel Ri vas, en vez de usar tinta, sabe ensuciar su pluma con lodo Con la petulancia que le caracteriza, llama á Cárlos VII, usurpador del título de Duque de Madrid; como si don Cárlos, siendo rey no pudiese escojer el título que mejor le cuadre. Y bien, mi inseparable amigo, con su permiso de V. ó sin él, creo que hay nulidades ambiciosas que V. conoce y yo tambien, las cuales se aprovechan de tiempos revueltos para medrar y usurpan el título de liberales, porque jamás conocieron lo que es la libertad. Tambien se ensangrienta V. con sus lecto res, diciéndoles que nuestra causa es una «causa muerta, cuyo cadáver (aprieta el nudo, hijo mio) que hoy se pretende resucitar, está ya galvanizado y es imposible que suba á ocupar el trono espanol.» Hombre, ?sabe V. lo que dice? mírelo V. bien, D. Angel, mírelo V. bien, pues dudamos que V. quisiese escribir esto.— V. de seguro quena espresarse poco mas ó me nos en este sentido: « por mas que se pretenda galvanizar el pútrido cadáver..., ó bien aun que el pútrido cadáver esté ya galvanizado... ce imposible que suba á ocupar el trono espa nol. » Pero, cata ahí, que V. me comunica lo que ya sabíamos todos, que « el cadáver está ya galvanizado. » Asi pues con un poquito mas ya verá V. como D. Carlos, no la causa carlista—como V. afirma, muy impropiamen te—subirá á ocupar el trono esianol.Rechipé... lo que es por esta te cogí, Angel de mis pe cados. Mas cuidado en desbocarse... Y aquello de que pretendemos restablecer la Inquisicion.... Venga V. aquí, tontuelo, que V. no lo cree ni yo tampoco. Pero en fin si V. se empena en que el dia de nuestro triunfo, se encenderá la pire... y todo aque llo; que 110 tema pues mis influencias le li brarán á V. y compinches, del tostan imagi nario. El final del artículo, en que despues de ha ber inutilizado todos los candidatos, tiene V. la modestia de borrar el artículo 33 y de man dar á la república que se venga presto á rei nar entre nosotros, me gusta bastante... Adios, digo mal, salud y la federal, ami guito... No sé á que atribuirlo; estar en dulce conversacion con V. y venirme á la boca unos diez diminutivos á cada momento, es una misma cosa. Sigue un artículo de Roque Barcia, sobre el «territorio.» Es un conjunto de palabras litleeliS que vompeliesi niriJios uispatates en los ( urdes hay alguna contradiccion. Para que se vea cuanta originalidad gasta dicho senor, trascribimos las dos líneas del final: «Libertad v justicia: ese es nuestro Dios, ese es nuestro padre; esa es nuestra tierra, esa es nuestra patria. » Echa, echa, compadre Ro que; ! cuántas cosas son la libertad- y la jus ticia ! continuando por este camino pretende rá V. que tambien son melones de lo bueno y carne de membrillo y... Sueltos. Una calumnia copiada contra el senor Manterola, algunas necedades contra la infalibilidad del Romano Pontífice y otras contra D. Carlos; otra calumnia, tamiiien co piada, contra los canónigos de Vitoria, de cu ya defensa hecha por el Euscalduna, nos hi cimos cargo en el número anterior. Gacetillas. Hay algunas contra nuestros reyes y los carlistas, en las que abundan cier tos chistes dignos de gitanos del barrio de Triana. En otra gacetilla, en nombre, segun dice, de cuatro bellas, que suponemos serán de aquellos madenzoiselles que no van á misa que hay en todas partes desgraciadamente, se pide 'al senor Coronel del regimiento de la Reina, D. Odon Macias yá los caballeros Ofi ciales del batallon que tay en esta ciudad, que la música militar toque el can-can, que es la espresion del desenfreno moral, el trá gala que es una marcha contra los realistas, el himno de Garibaldi en el que se insulta al augusto gefe del catolicismo y el himno de Riego. En cuanto á este, poce, importa, esta mos condenados á oirlo, desde la gloriosa. Pero respecto á los demás? ?Cree acaso la Fraternidad, que todavía está en esta pobla cion el batallon de Figueras? ?Ignora la Fra ternidad que hay ciertas exigencias que son en sí indignas é imprudentes y que hacerse eco de ellas, es conocer muy poco la dignidad agena? Mas aun; en la gacetilla mencionada del periódico, soi dissant republicano, se su plica á la autoridad militar que mande tocar dichos himnos, como una provocacion que con ello se inferiría al partido carlista. ?Presume la Fraternidad que está aquí el ciudadano Ce cilio Navarro? Presume mal; en Manresa hay ahora un Coronel liberal, eso sí, pero muy digno y muy respetado de todas las fracciones políti cas sin escepcion, y unos Oficiales que por su proceder y por su educacion militar, honran al ejército espanol. Nos gusta haceiejusticia aun á nuestros adversarios. No es difícil, por lo mismo, asegurar cual será el éxito de la El. ECO DEI. BRUCH. pleetainctir de un papel. por otra parte, insigni-- Si tantas ganas tiene el colega de trágalas y de cancanes, ármese la redaccion de silba tos y vayan á tocar estas preciosidades á los republicanos de Pekin, que se mueren... por la Fraternidad. Gustos chinos. Una pregunta, Fraternidad. ?Es cierto, prenda adorada, que te niegas 'á pagar la con tribucion de los periodistas? Nosotros tene mos que satisfacer velis, nolis nuestra cuota;' asi pues, si la Fraternidad, (cosa imposible de creer) por ser alcaldes sus redactores, no hace j'Una, eadem, idem, como á nosotros no nos gus ta ser parias, siquiera sea en pequena escala, veremos de obligar al colega á que pague la contribucion. !Pobre familia! Una de las que mas sufrieron con el incendio de las gavillas de mieses de que en otro suelto nos ocupamos, habia ya experimentado tres ó cuatro dios an tes otra desgracia todavía mas sensible. Un hijo de trece anos al i; á abrevar á un mulo le dió este tal mordedura en la cara que se le llevo consigo la nariz y una mejilla. El Volantede la Campana. Con es te título ha aparecido en Madrid un nuevo diario de noticias, defensor al mismo tiempo de nuestra causa. La abundancia de corres ponsales con que cuenta no solo en todas las poblaciones importantes de Espana, si que tambien en el Estrangero y muy particular mente en el teatro de la guerra lo hacen su-, rnamente interesante, en estos momentos en que por el cariz que puede tomar la guerra de Francia y Prusia, son esperadas con ver dadera ansia cuantas noticias á ella se refie ren. Atendidos los primeros números que lle va publicados, no dudamos será la mejor pu blicacion en su género. Véndese en la librería de Luís Roca á dos cuartos número. Modelo de gacetillas. Acerca de la lluvia del 28, el Manresano dirá poco mas ó menos lo que sigue: Por fin una benéfica llu via vino á llevar el consuelo á los atribulados ánimos de nuestros labradores. Despues ella, daba gusto dar una paseo por nuestra campina y contemplar las verdes hojas de las plantas judiáceas lavadas por la lluvia. Como en el mes de Julio, cada gota produce un pe guefio galápago, como asegura el Horree Con- raensipmaohnadtnots, tinvadieron e e ávidos de leer el semanario que es su órgano oficial. Música. Continua la del regimiento de la Reina deleitando todos los domingos yjue ves, en la plaza mayor, á tanto pollo y polli-ta como menudea por nuestra ciudad. Por ello felicitamos de nuevo al digno Coronel del expresado cuerpo. Biblioteca Religiosa. La que se ha lla establecida en Barcelona, cuyo objeto es neutralizar la propaganda impía con la pro paganda católica, ha. publicado el primer cua derno de la obra titulada La Perla de Barce lona, cuyo autor es el Director Literario de la Biblioteca D. José Pallés-Bertran, conocido escritor católico. En dicho cuaderno están pin tadas espresivarnente las amarguras de la es clavitud, los consuelos que en las desdichas presta el Catolicismo y la abnegacion de San Pedro Nolasco para con los cautivos. El fin á que tiende la Biblioteca, y el mérito de la obra con que se ha iniciado, son motivos mes que suficientes para que la recomendamos eficazmente á nuestros lectores. Comisiones. Durante el viernes y sá bado han visitado las casas de esta ciudad, algunas, compuestas de individuos del Ayun tamiento, eclesiásticos y otros vecinos, que imploraban la caridad pública para aquellos desgraciados que, en el incendio de las mie ses, acaecido el último lunes, perdieron toda su fortuna, y para quienes, á no sobrevenir aquella, no queda otro recurso que morirse de hambre. Semejante acto nos merece todas nuestras simpatías y sincera aprobacion; y por él tributamos justo y entusiasta elogio á nuestra Municipalidad que lo ha llevado á ca bo, dando con lo mismo á comprender que sa be cumplir en circunstancias azarosas para sus queridos gobernados, el fin de su institucion. Sabemos que el Centro carlista de esta ciu dad asociándose á esta noble idea ha resuelto abrir una suscricion entre sus socios y dar en su teatro una ó dos funciones á beneficio de las víctimas del incendio del din 25. Juventud Católica. Esta sociedad, con motivo de ser hoy la fiesta de S. Ignacio su Patron, celebrará en su honor, á las seis de esta tarde, sesion estraordintiria en el sa Ion de casa Asols, calle de Codinella. Un inglés oculto en los bolsillos de Echegaray. Gooth, gooth, jo oirros bee rearr y creerr que theneiss esspinas en the cola vil nencessitarr horchata ofchuflass y rre frescarr la sangre ferrvida. Wery well, Eche 111•1~~1111~1.1MT" garree-, entonncess touts pagarr the débbitos al projjimo, non habber demmocratas ni prro grerrsistas et ya sers N ista la ossa rnayorr. Entonncess tots serr perrsonas decenntess et hablarr forrmalmmentee, et non pattadess. Entonncess the despotyss polittyquy et into leranty religiess, exigirr saberr rnatematti quess antes de rebre diplome- deengifieff et non perrmetrerr que resultarr doss tunneless en vez de uno. decia el de la trenza incombustible: « Uno de esos esqueletos, una de esas in mensas osamentas se llama el Escorial, y sim boliza la intolerancia religiosa; otra se llama el palacio de Madrid, osamenta tendida á ori llas del Manzanares, y simboliza la monar quía de derecho divino. ! Uno y otro son hoy esqueletos de monstruos que murieron para siempre ! (Grandes aplausos.) El inglés. Alsa noy, voss serr mucho afficionado á bellass artess, á esquelettoss et ossammentass y monstrruoss: Jo quedarr fett un tross de pa al seietirr estoss bunyolss y jo quererr monntarr al minnistry. Jo non po derr, porr serr of family dess mastodontess et per xo decirrle: árry, Arrv. ANUNCIOS RELWO-SOS. SANTOS DE LA SEMANA: Domingo 31, San Ignacio de Lovola cf. v fund.—Lúnes 1, (AGOS-TO) S. Pedro.ad-víncu' la v S. Felix mr. y Santas Fé, Esperanza y caridad.2---Alártes 2, Ntra. Sra. de los Angeles, S. Alfonso María de Ligorio fr. y S. Esteban papa y mr. Jubileo de la Porciúncula. —Miércoles 3, La invencion del cuerpo del proto mártir San Estéban.—Jueves 4, Sto. Domingo de Guzman fund.—Viernes 5,Ntra. Sra. de las-Nie ves.—Sábado 6, La Transtiguracion del Senor y los Santos Justo y Pastor, hermanos mis. CUARENTA HORAS: Continuan en la iglesia de la Seo: manana pasaran á la de San Francisco. Se descubre á las 6 de la manana y á las 5 v me dia de la tarde, y se reserva á 8 y media de 1 manana y á las 8 y media de la noche. CORTE DE MAMA : Dia 31, se hace la visita. á Ntra. Sra. de la Concepcion. en San Ignacio. —I, á Ntra. Sra. del Alba, en la Seo.-2, íi Ntra. Sra. de los Angeles, en Santa Clara —3, A Ntra. Sra. del Remedio, en la Seo.-4, á Ntra. Sra. de la Concepcion, en San Miguel.-5, á Ntra. Sra. de Valldaura. en su capilla.-6, á Ntra. Sra. de la Corte en el Carmen. AUSILIOS ESPIRITUALES : Sacerdotes que están de turno en esta semana: Para administrar el Santísimo Viático : Reverendo D. Banion Bi né, claustros de la Seo. Para asistir á moribun dos: Rdo. D. José Perranion, calle de San Bar tolomé, 16,.2.° 1111¦11~~1~iii ANUNCIOS GENERALES. PAPEL DE PAJA DE MAIZ (VULGO) de blat de moro, para cigarrillos, papel que no dana el pecho; único depósito en la imprenta de Roca, calle de San Miguel, núm. 15. Se venden al por mayor y meno. ELIXIR ODONTÁLGICO CONSERVADOR. Este elixir calma el dolor de muelas, cura la fluxion, llagas de la boca, tumores y escorbuto; priva la caries de los dientes é impide el desar rollo de los va cariados, fortifica los movibles, dé biles y descarnados, conserva la frescura de los labios, el rosado de las encías v la blancura de los dientes. y en fin preserva la boca de todas las.. enfermedadés á que está espuesta inantenieodola limpia, sana v robusta.—Frasco, 4 rs. Farmacia de Miralles, calle de Sobre-loca, es quina á la plaza de Drets. VEIS DIFICULTADES. N.' 10. fo cc necee-ario eer buen cristiano, basta ea hambre !j'enrabie Por el Rdo. P. Damas, de la Companía de Jesús. Se vende en la Biblioteca de la « Propaganda Católica » de Palencia á 4 cuartos uno, 5 rs. do cena y 38 rs. ciento en la capital, fuera de ella 6 rs. docena y 41 rs. ciento franco. JUSTICIA AL MÉRITO. Despues de haber gastado en vano una impor tante fortuna para aliviarme de los terribles y cronieos dolores reumáticos, musculares, nervio sos, gotosos. etc., que, como es notorio en la cor te, desde muchos anos me tenían literalmente do blado y baldado; con el desconocido prodigioso li.ilsamo, para uso esterior, preparado en Alema nia por el célebre doctor Isaac Kroosw, v con la leche de ciertas almendras que cada cual puede preparar por si mismo, cuyas recetas e instruccion tengo, en menos de un mes me hallo perfecta mente curado. Madrid. calle del Caballero de Gracia. 8, prin-cipal.— Alado. Luis Bertébrny, profesor de ciencias é idiomas. 17 MARCA, CARLOS VII LIBRITOS DE PAPEL DE MIAR ece (-4 )Ft XX- X .1171:15 CLASE SUPERIOR , ÚNICO DEPÓSITO. Rambla de Santa Mónica, náme.ro 7, almacen de papel. o Mnnresn : Imprenta de EL ECO.
Descripció
Puntuació | |
Títol | Eco del Bruch, El. No. 033 (31 jul. 1870) |
Matèria | Revistes |
Títol addicional | Periódico católico-monárquico, Dios , Patria, Rey |
Editor | Biblioteca de Catalunya |
Data de publicació | 2009 |
Data del document original | 1870 |
Tipus de recurs | Text |
Format | |
Font | Publicació original: Manresa : [s.n.], 1869-1872 (El Eco del Bruch), Año 1, no. 1 (10 jul. 1869)-año 4, no. 123 (21 abr. 1872) |
Llengua | spa |
Relació | http://cataleg.bnc.cat/record=b1814143~S13*cat |
Gestió de drets | Còpia permesa amb finalitat d´estudi o recerca, citant la font "Biblioteca de Catalunya". Per a quaselvol altre ús cal demanar autorització. |
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Descripció de la pàgina
Títol | No. 33 (31 jul. 1870) |
Transcript |
A.NO
PRECIOS DE SUSCHICION.
APROBANDO EL SAGRADO CONCILIO.
PARA PERP1TUA MEMORIA DEL SUCESO.
PERIÓDICO DE MANRESA,
Un mes, 3 reales.—Un trimestre, 8 reales. 1
Anuncios, a precios convencionales.
3P3FLCIOXIIIILTICIIC
P10, OBISPO,
SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS.
El Pastor Eterno y Obispo de nuestras almas,
para perpetuar la saludable obra de su reden
clon, quiso edificar la Santa Iglesia en la cual
estuviesen todos los fieles unidos con el vínculo
de una sola fé y caridad como en la casa del Dios
vivo. Por lo cual antes que fuese clarificado oró
al Padre, no solamente por los Apóstoles, sino
tambien por cuantos hablan de creer en Él por
la palabra de aquellos, á fin de que todos fuesen
una sola cosa, así como lo son el mismo Hijo
el Padre (1) Así, pues, envió á los Apóstoles, í
los cuales habla elegido del mundo, al modo que
Él mismo habla sido enviado por el Padre; de es
ta manera quiso que hubiese pastores y doctores
en su iglesia hasta la consumacion de los siglos.
Mas para que el mismo Episcopado sea uno solo
é indiviso, y toda la muchedumbre de los fieles
sea mantenida en la unidad de la fé y de la co
munion por los Sacerdotes unidos entre si, insti
tuyó en el bienaventurado Pedro, sobreponiéndo
le á los demás Apóstoles, el principio y funda
. mento visible de una y otra unidad sobre cuya
eterna fortaleza fuese construido el templo y 'se
levantase en la firmeza de su fé el edificio subli
me de la Iglesia que ha de llegar hasta el cielo
(2). Y porque las puertas del infierno se levan
tan con un ódio mayor cada dia contra este fun
damento divinamente puesto, para destruir á la
Iglesia, si fuere posible, por esto Nos juzgamos
necesario, aprobando el Sagrado Concilio, para
la custodia, salvacion y aumento de la grey cató
lica, proponer á todos los fieles para ser creida
respetada, segun la antigua v constante fé de
la Iglesia universal, la doctrina 'de la institucion,
perpetuidad y naturaleza del sagrado primado
apostólico, y asimismo proscribir y condenar los
errores que le son contrarios, tan perniciosos á la
grey del Senala
CAPÍTULO I..
De la inst itucion del primado apostólico en el biena -
venturado Pedro.
Ensenamos, pues, y declaramos que segun los
testimonios del Evangelio, el primado de juris
diccion sobre toda la Iglesia de Dios fijé prome
tido y conferido por Cristo Nuestro Senor inme
diata y directamente al bienaventurado Apóstol
Pedro. Pues solo á Simon á quien habla dicho:
«Tú serás llamado Cephas (3),» despues que hi
zo su confesion: «Tú eres Cristo hijo de Dios vi
vo,» el Senor le dijo: «Bienaventurado eres, Si
mon, hijo de han, porque la carne y Id sangre
no te han revelado esto, sino mi Padre que está
en los cielos; y yo te digo que tu eres Pedro, v
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puer
tas del infierno no prevalecerán contra ella; v
ti te daré las llaves del reino de los cielos, y iodo
lo que desatares sobre la tierra será desliado en
el cielo (4).» Tambien á solo Simon Pedro confi
rió Jesús despues de resucitado la jurisdiccion de
Supremo Pastor y rector de todo su rebano, di
(1) U. loan XVII, 1, !A, sg.
(2) S. Ley. M. serm. IV (al IIL cap. 2.° in diem Na
talis suí.
(3) loan 1. 42
(I) Matth XVI. 16-19.
DIOS. PATI1111. REY.
sosocaía amossocanwasaao mas".~. Icava% ~salmo%
PPTRO DOCTOR! INPALIMILI.
PIO IX PONTIFICI
UNUM OVILE ET UNUS PASTOR,
ciéndole: «Apacienta mis corderos; apacienta mis
ovejas (1).» A esta doctrina de las Sagradas Es
crituras tan ciara, segun ha sido siempre enten
dida por la Iglesia católica,. se oponen abierta
mente las depravadas opiniones de aquellos que,
pervirtiendo la forma de gobierno establecida por
Cristo Nuestro Senor en •su Iglesia, niegan que
solo Pedro haya sido investido por Cristo del ver
dadero v propio primado de junsdiccion sobre los
demás Apóstoles, va separados, ya reunidos to
dos; 6 los que afirman que este primado no fué
copra' ida inmtl.Ai.lt, ri;nnn4nInNnr.4•. ni nrsierms 1-1:0
naventurado Pedro. sino á la Iglesia, y por esta
á aquel, como á ministro de la misma Iglesia.
Si, pues, alguno dijere que el bienaventurado
Apostol Pedro no fué constituido por Cristo Nues
tro Senor, príncipe de todos los Apóstoles y cabe
za visible de toda la Iglesia militante; ó que el
mismo recibió de Nuestro Senor Jesucristo direc
ta é inmediatamente solo el primado de honor,
pero no el de verdadera y propia jurisdiccion;
sea anatema.
DOMINGO 3I DE ji L1 1.11,: 1 870
CAPÍTULO II.
De la perpetuidad del primado de Pedro en los Ro
manos Pontífices
Mas lo que el príncipe de los pastores y pastor
máximo de las ovejas Nuestro Senor Jesucristo
instituyó CO el bienaventurado Apóstol Pedro pa
ra perpetua salud y bien constante de la Iglesia,
es necesario que, con providencia suya, dure
siempre en la Iglesia, la cual, fundada sobre la
piedra, permanecerá firme hasta la consumacion
de los siglos. Así para nadie es dudoso, antes
bien ha sido conocido en todos los siglos, que el
santo v beatísimo Pedro, príncipe y cabeza de los
Apóstoles, columna de la fé y fundamento de la
Iglesia católica, el cual recibió de Nuestro Senor
Jesucristo, salvador y redentor del linaje humano
las llaves del reino, vive y preside, y juzga (2)
hasta hoy, y siempre en sus sucesores los Obis
pos de la santa Sede Romana fundada por El y
consagrada con su sangre. De donde se sigue que
quien sucede á Pedro en esta Cátedra, obtiene el
primado de Pedro sobre toda la Iglesia en virtud
de la institucion del mismo Cristo. Permanece,
pues, la disposicion de la verdad, y el bienaven
turado Pedro perseverando en la fortaleza recibi
da de la Piedra, no abandona el gobernalle que
se le confió de la Iglesia (3). Por esta causa fué
siempre necesario que toda la Iglesia, esto es,
los fieles esparcidos por todas partes estuviesen
en comunion con la Iglesia Romana por el más
escelente principado de que goza, á fin de que, á
la manera que los miembros se unen en la cabe
za, así ellos formasen un solo cuerpo en esta Se
de de la cual dimanan a todas las demás los de
rechos de la venerable comunion (a).
Si pues alguno dijere que no es de institucion
del mismo Cristo Nuestro Senor ó de derecho di
vino. que el bienaventurado Pedro tenga perpe
tuamente sucesores en el primado sobre la Igle
sia universal; 6 que el Romano Pontífice no es
sucesar del bienaventurado Pedro en el mismo
primado; sea anatema.
(I) Joan III. 15.-17.
(2) Cf. Ephesini Concilii Art. III, el. San Petri Chrssol,
ap. od.Eutych presbat.
(3) S. Leo M. Serm. III (al II) cap 3.
(4) S. tren. Ado. bar. c. 3 el Epist. Cene. Aquili. á
381 ad pifian. Imper. r 1. d. Pins VI. VI. Breve, super
solidd ate.
_
CAPITULO III.
De la fuerza y naturaleza del primado del Roma
no Pontífice.
Por esto apoyados en claras testimonios de las
Sagradas Letras v adhiriéndonos á los decretos
perspicuos é indudables, va de nuestros predece
sores los Pontífices Romanos, ya de los Concilios
generales, renovamos la definicion del Concilio
ecuménico florentino, por la cual todos los fieles
de Cristo están obligados á creer que la Santa Se-
- ._ .
primado sobre todo el orbe, v que el mismo ro
mano Pontífice es sucesor del bienaventurado san
Pedro, príncipe de los apóstoles, y el verdadero
Vicario de Cristo y cabeza de toda la Iglesia y el
padre v doctor de todos los cristianos; y que á él
mismo tefué entregada por Nuestro Senor Jesu
cristo en la persona del bienaventurado Pedro la
plena potestad de apacentar, regir y gobernar á
la Iglesia universal.
Ensenamos, pues, y declaramos que la Iglesia
romana obtiene por disposicion divina el princi
pado de potestad ordinaria sobre todas las demás
Y que esta potestad de jurisdiccion del romano
Pontífice, la que es verdaderamente episcopal, es
inmediata: á la cual los pastores y los fieles de
cualquier rito y dignidad, tanto separados como
reunidos todos, estan obligados por deber de su-bordinacion
gerarquica yde verdadera obedien
cia, no solo en las cosas que pertenecen á la fé y
las costumbres, sino tambien en las que tocan á
la disciplina y régimen de la Iglesia extendida
por lodo el mundo; de manera que conservando
con el romano Pontífice la unidad así de comu
nion como de la misma profesion de fé, la Iglesia
de Cristo sea un solo rebano; bajo un solo supre
mo Pastor. Esta es la doctrina de la verdad cató
lica, de la cual nadie puede separarse sin perder
la fé y la salud.
Empero esta potestad del Sumo Pontífice está
tan lejos de oponerse á aquella potestad ordinaria
é inmediata de la junsdicion episcopal, por la
que los Obispos, que puesto, por el Espíritu San
to sucedieron en lugar de I9S Apóstoles (1), apa
cientan y gobiernan como verdaderos pastores á
los rebanos que les han sido asignados, cada uno
el suyo, que antes bien esta potestad episcopal es
afirmada, robustecida y ;indicada por el Pastor
supremo y universal, diciendo San Gregorio
Magno: «Mi honor es el honor de la Iglesia uni
versal. Mi honor es la sólida fortaleza de mis her
manos. Yo SOY erdaderamente honrado cuando
se da á cada uno el honor que le es debido
De esta suprema potestad del romano Pontífice
de gobernar la Iglesia universal, se deriva para
él el derecho de comunicar libremente en el ejer
cicio de este su cargo con los pastores y con los
rebanos de toda la Iglesia, de manera que estos
puedan ser ensenados v regidos por él en el ca
mino de salvacian. Por fo cual, condenamos v re
probamos la opinion de aquellos que dicen que
esta comunicacion de la suprema cabeza con los
pastores v rebanos puede ser lícitamente impedi-da,
la sujetan á la potestad secular, pretendien
do que las constituciones de la sede apostólica ó
de su autoridad para el régimen de la Iglesia ca
recen de fuerza v valor, si no son confirmadas
por el beneplácito de la poste.stad secular.
Y porque el Romano Pontífice preside á toda la
Iglesiaper el derecho divino del primado apastó
lico, ensenamos además y declaramos que él es
• .
(I) Com. Trid. Ses. B. cap.
(2) S. ‘reger. M. ad Eulog Alexandrid. cap. XXX.
•
O
En la Redaccion Administracion, calle
Nueva, núm. 12, piso
AILJIMIL.XSI'X' ".15.
NÚM. 33.
l'UNTO DE SUSCRICION.
el Juez supremo de los fieles (1), y que puede re
currirse á su juicio en todas las causas que per
tenecen á examen eclesiástico; (2) que el juicio
de la Sede apostólica sobre cuya autoridad no
hay mayor, por nadie puede ser reformado, ni es
lícito á nadie juzgar sobre sus juicios (3). Por lo
cual se apartan de Id recta senda de la verdad
los que afirman ser lícito apelar de los juicios de
los romanos Pontífices al Concilio Ecuménico,
como á una autoridad superior al Romano Pon
tífice.
tiene solamente él cargo de inspeccion y direc
cion, pero la plena y suprema potestad de juris
dicion sobre toda la Iglesia no salo en las cosas
que pertenecen á la fé y á las costumbres, sino
tambien en las que tocan á la disciplina y régi •
men de la Iglesia extendida por todo el orbe; ó
que tiene solamente una mayor parte, pero no
toda la plenitud de esta suprema potestad; ó que
esta potestad suya no es ordinaria é inmediata
sobre todas y cada una de las Iglesias y sobre to
dos v cada uno de los pastores y fieles: sea ana
tema.
CALCULO IV.
Del Magisterio infalible del romano Pontífice.
Que en el primado apostólico que el Pontifice
Romano como sucesor de Pedro, príncipe de los
Apóstoles, obtiene sobre toda la Iglesia, se com
prende tamhien la.suprema potestad de magiste
rio, es cosa que esta Santa Sede profesó siempre,
la comprueba el uso perpetuo de la Iglesia, y la
declararon los mismos Concilios Ecuménicos:se
naladamente aquellos en los cuales el Oriente
convenia con el Occidente en la union de fe y de
caridad; pues los Padres del Concilio consta'nti
nopolitano IV, siguiendo el ejemplo de los ante
riores, promulgaron esta solemne profesion: ( La
primera salud consiste en guardar la regla de la
verdadera fé, y por que no puede faltar la sen
tencia de nuestro Senor Jesucristo que dice: Tu
eres Pedro v sobre esta piedra edificaré mi Igle
sia (I), esto que fué predicho, ha sido comproba
do por los hechos; pues en la Sede Apostólica ha
sido conservada siempre inmaculada la religion
católica v celebrada la doctrina santa. Lejos,
pues, de desear separarnos de esta fé y doctrina,
esperamos ser merecedores de estar en la única
comimion que predica la Sede Apostólica, en la
cual permanece integra y verdadera la solidez de
la religion cristiana (5).» Con aprohacion del se
gundo Concilio Lugdunense, los griegos profesa
ron: «Que la Santa Iglesia Romana obtiene ef
supremo pleno primado y principado sobre to
da la Iglesia Católica, el cual reconocen sincera
'
humildemente que recibió con la plenitud de
potestad, del mismo Senor, en la persona det
bienaventurado Pedro, príncipe ó cabeza de los
Apóstoles, de quien el Romano Pontífice es suce
sor; v que así como esta Iglesia romana debe de
fender más que las otras la verdad de la fé, asi
mismo, si se promoviesen algunas cuestiones so
bre la fé, deben definirse por su juicio: «Que el
Pontífice Romano es verdadero Vicario de Cristo,
cabeza de toda la Iglesia y Padre y doctor de to
(1) Pii P. P. VI. Preve «Super solilidate.» d. n Nev.
1786(2.) C,oucil. Ecum. Lugduit. II.
(3) Ep. Nie Olai S. ad Mictuelem lexperstorern,
(4) Maith. XVI. 18.
(5) Ex formula. S. llormesida Papz pretil ad Adriana II,
Patribus Concilii Occumenici VIII. Constantinoolitani IV pro
!Asila el ab iisdem subscripta est.
.10.1•1,01.1191
dos los cristianos; y que á él le fué dada por
Nuestro Senor Jesucristo en la persona del bien
aventurado Pedro plena potestad de regir y go
bernar á la Iglesia universal (1).
Para cumplir este encargo pastoral. nuestros
predecesores han trabajado siempre con fe inque
brantable á fin de que la doctrina saludable de
Cristo se piopagase a todos los
ro, v vigilaron ron gua l cuidado
de la tier-dado
para que en
donde hubiese sido recibida, se conser ase pura
sin alteracion. Por este motivo los Obispos de
iodo el orbe, ora rada uno de por sí, ora congre
gados en Sinodos, sieuiendo la constante costum
bre de las Iglesias (j2) y la toma de la regla an
tigua (3), expusieron e esta Sede Apostólica los
peligros que se presentaban. principalmente en
los (asuntos de fe, para que los danos causados á
la fe fuesen remediados soberanamente elli en
donde la té no puede sufrir detrimento (4). Y los
Romanos Pontífices definieron que se balean de
guaidar las cosas que con la ayuda de Dios ha
bían conocido ser eonfornes a las Sagradas Es
crituras V a las tradiciones apostólicas, ayudán
dose de íos auxilios que la Divina Providencia les
deparaba, ora consocando Concibas Ecuménicos
o pidiendo la sentencia de la Iglesia dispersa por
el orbe, ora por medio de Sínodos partieulares ú
-otros. segun aconsejaba la oondicion de las cosas
y de los tiempos. Pues el Espíritu Santo no fue
prometido á los sucesores de Pedro para que ~-
diente su revelacion publicasen alguna nuda
-doctrina, sino letra que mediante su asistencia
gnardasen sasitamente v explicasen -con .lidelidad
la revelacion tras:Menta por los Apóstoles, ó sea
•el depósito de la fe. Pf quienes eerdaderameate
iodos los venerables Padres ha-n abrazado y los
.Santos Doctores ortodoxos iiai eeneeado e seg ui-do
la doctrina Apostólica; sabiendo peefectisinia•-
mente (lile esta Sede de San Pedro permanece
siemirre libre de todo error, segun la 'bis ina pm
mesa de Nuestro Senor y Salvador, hecha al prin_
cipe de sus discípulos: -..«Yo he rogado por ei pa
ra que no falte ti fé, y te convertido alg-un da
confirma-ti tus hermanos (5) »
Este don de la verdad y de la le indefectible,
fue concedido divinamente á Pedro y á sus suce
sores (11 esta Cátedra e fin de que cumpliesen se,
excelso encargo para la salud de todos; á fin de
que toda la grey de Cristo, apartada por ellos de
los venenosos pastos del error, fuese nútrele con
alimento de celestial doctrina; á fin•deque qui
tada toda ocasion de cisma, la Iglesia .ea conser
vada toda una, y apoyada en su fundamento re
sista firmemente á las puertas del infierno.
Mas como en esta misma época. en que mas se
necesila la saludable influencia de la dignidad
apostólica; hay no pocos que se oponen á su au
toridad, juzgamos necesario de todo punto afir
-mar selernnemente la prerogatk a que el n'e&
ofichi-Pasforal:
Asi pues, Nos, adhiriéndonos fielmente á la
tradicien recibida desde el principio de la té cris
tiana, para gloria de Dios nuestro Salvador, exal
tacion de la Religion católica v salud de los pue
blos cristianos, aprobando el Sagrado Concilio,
teensielainos y definimos que es dogma divinamen
revelado: Que el Romano Vomitiva, cuando ha
bla ex-cdthedra, esto es, cuando cumpliendo el
cargo de Pastor y doctor de todos los cristianos
definen en virtud de su euprenia autoridad apos
tólica que una doctrina tocante á la fe ó renom
bres ha de ser tenida por -toda la lelesia, goea
por asistencia divina prometida ?II mismo en la
persona del bienaventurado Pedro de aquella in
falibilidad de que el Div inoRedentor quiso inves
tir á su Iglesia en 'la detinicion de la doctrina de
té 6 costumbres; y por tanto que semejantes de
finiciones dei Romano Pontífice son irreformables
por sí mismas, no en virtud del consenteniento
de la
Si, pues. alguno osare contradecir á esta nues
tra definicion, lo.que Dios no permita, sea ana
tema.
(I) Cf. Joan ni. 15— Pf
(2) S. Cyr. Ales ad 5. etelest. P.
(3) S. tunee. I ad eme. eartli et !Mesen
(1) Cf. S. Bern. epist. 190
(S) Cf. S. Aeathon, epist. ad Imp. a Un. panel U ap
probeta.
OCK
LOS HOMBRES DE ORDEN.
nadie esprcsam en te
Mis advertencias tocan,
Quien sm. crea aludido
Con su pan se lo coma.
Existe en la sociedad espanola una c;a --
se de hombres, enteramente agena á la vi -
da activa de cada uno de los partidos poli •
ticos militantes; clase que por si sola, da --
da su posicion social y aun su inteligencia,
ha llegado á formar un gran partido sin
pertenecer á ninguno de los que aspiran á
la gobernacion Id Estado.
Preguntad á cualquiera de esos hombres
cuál es su aspiraciori, cuál es su deseo
sus simpatías cuales son, y os contestar
encogiéndose de hombros : «No soy hom -
bre de partido, soy hombrh de órdrit v nada
mas,» é inútil será que os esforceis en de
mostrarle que su eontestacion es demasia
do vaga, que en las actuales circunstan -
das es de todo punto necesario militar en
Esto es lo que viene aconteciendo en Es
pana hace cerca de medio siglo, esto es lo
que acontece actualmente, y esto tarnbien
cuando la Patria perece,es un deber de lo- 10 que acontecerá mientras el torpe libera
d() buen ciudadano y de todo caballero Cor- liSITIO impere en nuestro suelo, ora se pon
rer en su ausilio y morir si es precise en ga la máscara del dictador O la risible co-so
defensa, que todo lo demás es vergon- 1 lema del monarca democrático.
zoso en pechos varoniles y propio solo de I ?Quereis el órden? Pues trabajad hasta
viejas decrépitas o de abyectos corazones. I alcanzarlo, y para esto empezad por dejar
de apellidaros hombres de orden afiliándoos Á 10(10 esto Os replicará; « \ o w)le de ar- 4í
reglar el mundo, soy hombre de orden y... en el partido de la Fé, si nuestros princi-
?qué quereis? me parece que esto es ims- pios os parecen buenos, ó en el partido de
tante.» la Razon si os parecen malos.
Á esta clase de hombres, no tememos i Todo lo demás es cobardía o crimen; co
decirlo, les ha de alcanzar la mayor v mas!, bardía porque os falta el valor para sufrir
terrible responsabilidad por las catástrofes 1 las adversidades que llevan consigo los
que sobre esta desventurada necio() pudie- I partidos políticos hasta que llega el dia de
ran sobrevenir; porque no basta llamarse i su triunfo; cremen, porque cuando la Pá
hombre de órden, que al fin v al cabo esto ,:' tria gime angustiada, deber es de todo chi
hoy nada significa; ha llegado la hora de [ dadano y de todo caballero acudir en su
deslindar los campos y es preciso definirse ausilio para salvarla, en vez de contentar
elorumerite. i se con dispensarle una compasion estéril ó
Hasta aver conocianse en Espaba varios con llamarse hombre de órden que es lo i
partidos políticos que ostentaban en su es- mismo.
cudo principios mas ó menos aceptables, , Y si por vuestra indiferencia ó por vues
mas o -menos lógicos; hoy esto ha concluí- , Ira cobardía vinieran sobre la ya afligida / do y ya no quedan sino dos bandos que en Espana dias de espanto y de terror, no
el terreno de la política tienen respectiva- • creais, no, que vuestra conducta de hoy os
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